Se mire por donde se mire la infraestructura del rancho donde funciona el Roperito dificulta la realización de cualquier actividad. El piso de alfombra sobre tierra sumado al hecho de que el Roperito esté un metro y medio por debajo del nivel de la calle hace que toda el agua de la lluvia vaya para allí y mucha ropa se heche a perder. Asimismo, la precariedad de los materiales con los que está construido no nos permite tener a los niños absolutamente amparados del frío ni de la lluvia que se filtra por entre las chapas. A esto se le suma una instalación eléctrica igualmente precaria, la falta de cloacas y de gas natural en todo el barrio.
Es por eso que estamos juntando fondos para la construcción del Roperito-Merendero con materiales sólidos la donación de los mismos. Simultáneamente, estamos tratando de recaudar fondos para contar con una base económica que nos permita suplir los gastos de la construcción.
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